lunes, 22 de diciembre de 2014

Sin ti

Suena el reloj del pasillo. Pasan las horas. Escribo. Pienso. Otra noche. Me siento afortunada, melancólica, triste, alegre, nerviosa, ansiosa, cansada pero despierta. Veintidós de diciembre. Día de la lotería de Navidad, de personas felices con sus premios, de "en todos los canales ponen a los agraciados", de "abre la botella de champán", de  "casi compro ese número", de "ya sabía yo que este año terminaría en siete", de "lo importante es tener salud".

Recuerdo lo que escuché una vez en la radio "para tener una vida feliz, antes de dormir debemos recordar las cosas buenas que nos ocurrieron a lo largo del día". Intento recordar detalles, miradas, sonrisas. Suena de nuevo el reloj del pasillo. Solo una cara viene a mi cabeza. Una persona que estuvo pero se fue. Pero no irse para volver sino irse definitivo. Recuerdo su sonrisa. Sus cosquillas en los pies los domingos por la mañana. Sus abrazos. Sus miradas de complicidad. Sus "lo importante es tener salud". Cuanta razón en cinco palabras.

Busco desesperadamente razones para estar contenta. Pero hoy no las encuentro. Te echo de menos en mis días. Todos dicen "la vida sigue", "es ley de vida". Es cierto que sigue. Pero sigue sin ti.

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