sábado, 18 de abril de 2015

Posiblemente nunca me cansaré de leer estas palabras... 

Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera. Posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.
He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre. He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.
Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo, te diría “Te Quiero” y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes. Siempre hay un mañana y la vida nos da siempre otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero y que nunca te olvidaré.
El mañana no lo está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si mañana nunca llega, seguramente lamentaras el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo.
Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles, “lo siento” “perdóname”, “por favor”, “gracias” y todas las palabras de amor que conoces.
Nadie te recordará por tus nobles pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos".
Gabriel García Márquez

jueves, 9 de abril de 2015

"Cuando todo sucede por alguna razón"

De repente me doy cuenta de que los años se me escapan entre los dedos. Es extraño las vueltas que da la vida, una sola decisión puede desencadenar multitud de vías y es imposible no pensar que habría pasado si hubieras decidido caminar por otra diferente.
Aún era ayer cuando volvía a casa de la escuela, cuando jugaba con mi hermana en el patio, la primera noche de fiesta con mis amigos, mi primer viaje de estudios, la universidad, mi primer trabajo. Todas esas cosas que logré con cada pequeño paso se agolpan en mi memoria.
La vida no se detiene por nadie, dicen que si nos obsesionamos con el pasado no disfrutaremos del presente y no conseguiremos salir de ese bucle donde el pasado siempre es mejor. 
Supongo que deberíamos levantar la vista y caer en la cuenta de que todavía nos quedan muchas cosas por vivir, que puede ser un mal día, una mala semana o un mal año, pero tener siempre presente que todo se acaba, que todo pasa.
Una frase viene a mi memoria "vive el día a día porque el mañana puede no existir". Y me pregunto... ¿merece la pena lamentarse cada día por lo que podría haber pasado? Supongo que todo sucede por alguna razón, por eso prometo no volver a lamentarme por ello, prometo vivir cada día como si fuese el último, prometo encontrar siempre un momento para hacer lo que me de la gana, prometo reírme y llorar lo mas alto posible, disfrutar de mi locura,  prometo viajar muchísimo y conocer sitios increíbles para volver a casa con mil historias que contar, prometo verte como si fuera la primera vez y besarte como si fuera la última, prometo sentirme orgullosa de mis triunfos y también de mis derrotas, saber que por lo menos lo intenté, prometo escoger el camino que quiera y disfrutar siempre de todas sus consecuencias.